"Soy Tommy Carroll, llevo haciendo skate desde que tenía 10 años. Nací con retinoblastoma bilateral que es cáncer en las retinas y, como no fui tratado a tiempo, perdí la vista cuando tenía dos años. Una de mis cosas favoritas es levantarme temprano e ir al skatepark antes que nadie, porque así puedo disfrutar de todo el espacio, sin preocuparme si hay alguien en mi camino y poder pasar un buen rato expresándome encima de mi tabla. Para mi, las protecciones marcan la diferencia entre estar absolutamente asustado o estar confiado. Cuando voy a cualquier lado con mi skate, estoy pendiente del sonido de mis ruedas para saber lo que hay en mi camino, saber hacia adónde voy... Creo que lo realmente divertido del skateboarding es cuando te encuentras algo nuevo, algo que da miedo y, cuando lo haces, ves como disminuye la tensión, esa es una de las mejores sensaciones que puedes experimentar. Cuando estoy protegido intento llegar al siguiente nivel e intentar trucos sin miedo a hacerme daño.
Todo el mundo debería creer en que todo pasa por alguna razón, y que siempre hay una manera de superar ese obstáculo si realmente lo deseas."
Tommy Carroll. Be brave, be safe.